¿Por qué vemos telenovelas?
La telenovela como género ha estado en las pantallas de millones de televidentes durante varias décadas y en dicho lapso de tiempo, como es de suponer, los cambios o evoluciones se han ido produciendo tanto en el plano interno (producción) como en el externo a través de las audiencias. En el caso de Chile se ha podido observar que a partir de la década del 90 la audiencia tradicional de las telenovelas, dueñas de casa, empleadas y adultos en general; comienza a ser reemplazada (o intregrada además) por una generación más joven. La oferta de programas en aquella época incluyó temáticas de corte juvenil que tuvieron bastante acogida entre los jóvenes y aquellos que no lo eran tanto. Entre aquellas telenovelas podemos mencionar las más recordadas: "Estúpido Cupido", "Adrenalina" y "Machos".
La literatura del género nos señala que ver una telenovela en Latinoamérica era propio de mujeres jóvenes y adultas. Las razones para seguir los episodios tenían que ver principalmente con entretención, búsqueda de conocimiento, admirar estilos de vida, comparar realidades, etc.
Hoy en día, con la llegada de generaciones más jóvenes que se instalan frente al televisor para seguir determinadas telenovelas , en las razones esgrimidas por los televidentes se incorporan aspectos como la moda, el status social, el sector socioeconómico, los temas tabúes, la promoción a través de distintos medios y productos, entre otras.
Todo parece aceptable en cuanto a las razones que dan los televidentes para ver sus telenovelas favoritas. Pero existen a mi juicio ciertos factores que están o debería estar siempre presentes a la hora de decidir ver una telenovela: la historia misma, la cercanía situacional con el público y un final que sorprenda. No bastará con recurrir a lenguajes vulgares, escenas subidas de tono o escándalos dentro y fuera de la telenovela para atraer al público ya que éste, tarde o temprano, se dará cuenta que el género seguirá vivo mientras conserve la calidad de sus historias y mantenga una relación afectiva con sus seguidores.
La literatura del género nos señala que ver una telenovela en Latinoamérica era propio de mujeres jóvenes y adultas. Las razones para seguir los episodios tenían que ver principalmente con entretención, búsqueda de conocimiento, admirar estilos de vida, comparar realidades, etc.
Hoy en día, con la llegada de generaciones más jóvenes que se instalan frente al televisor para seguir determinadas telenovelas , en las razones esgrimidas por los televidentes se incorporan aspectos como la moda, el status social, el sector socioeconómico, los temas tabúes, la promoción a través de distintos medios y productos, entre otras.
Todo parece aceptable en cuanto a las razones que dan los televidentes para ver sus telenovelas favoritas. Pero existen a mi juicio ciertos factores que están o debería estar siempre presentes a la hora de decidir ver una telenovela: la historia misma, la cercanía situacional con el público y un final que sorprenda. No bastará con recurrir a lenguajes vulgares, escenas subidas de tono o escándalos dentro y fuera de la telenovela para atraer al público ya que éste, tarde o temprano, se dará cuenta que el género seguirá vivo mientras conserve la calidad de sus historias y mantenga una relación afectiva con sus seguidores.
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